La canción dice que: "...siempre llega la calma...", pero en esta ocasión no fue así.
Pasamos a explicar:
El viernes hubo terrible "fieston" o "reventon" en la casa de Maky, con motivos del festejo de su festejo de cumpleaños y el del Guille. Esa fue una grantornmenta en la cual todos salimos heridos. Se hcieron presentes muchos de los integrantes del plantel mandril y de su hinchada. Pero muchos allegados también.
La calma no llegó. Al otro día, o mejor dicho 7 horas después de terminada la fiesta jugabamos un encuentro correspondiente al torneo universitario de fútbol.
Era la revancha de la derrota sufrida en la primer fecha 6 a 1 contra TC Pillo.
El partido fue durisimo, el arbitro dejó pegar de más. El plantel primate siempre fue un poco más mostrando un buen juego en conjunto y raspando en su linea defensiva.
El partido termino 3 a 3 con dos goles de Pepo y uno del Chori. Siempre fuimos al frente del tanteador. 1 a 0; 1 a 1. 2 a 1; 2 a 2. 3 a 2. 3 a 3.
Tuvimos que ir a penales. Allí fue donde se lució nuestro arquero que tuvo una tarde maravillosa (Tiene su propia nota con foto y todo).
Entre medio de bolaceadas del equipo adversario, los mandriles no fallaron ningún penal. Walter, nuestro arquero, atajo el primero. Fue 4 a 2 y a celebrar: "...vamos vamos vamos Real Mandril, vamooooossss, Re-al Man-dril...".
Lo mejor: haberlos ignorado luego de dejarlos afuera sin darles importancia, a pesar se que querían "boxear".
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